ECOGRAFÍA OBSTÉTRICA

ECOGRAFÍA OBSTÉTRICA

martes, 1 de diciembre de 2015

INFORMACIÓN DE ACTUALIDAD SOBRE LA VACUNA DE LA TOSFERINA EN EL EMBARAZO




La Tosferina es una patología que teníamos practicamente olvidada en nuestro país gracias a la gran cobertura vacunal, sin embargo ha causado recientemente una importante alarma social a raiz de dos casos comunicados en lactantes, con resultado de muerte.

Se trata de una enfermedad infecto-contagiosa causada por una bacteria llamada Bordetella Pertussis; sólo se encuentra en humanos y tiene dos etapas o fases: la primera es la infección o colonización del microorganismo de las células del aparato respiratorio, y allí se multiplica, después se desarrolla la enfermedad propiamente dicha, que se produce por la secrección de toxinas por parte de la bacteria y que originan los síntomas de la tosferina. El nombre de esta patología se refiere a los ruidos respiratorios que se producen entre los ataques de tos y que se asemejan a los producidos por las fieras cuando rugen.

Debemos tener en cuenta que existen otros microorganismos que pueden producir cuadros clínicos similares aunque, en general, más leves. Forman parte del llamado Síndrome Pertusoide y está causado por otras bacterias y virus. 

La Organización Mundial de la Salud estima que en 2008 hubo alrededor de 16 millones de casos y 195.000 muertes por tosferina en el mundo, pero más del 95% correspondió a países en desarrollo que son más pobres y tienen menos medios. La tosferina ocupa el quinto lugar como causa de muerte en los niños menores de 5 años por enfermedades que pueden ser prevenidas, después de las infecciones neumocócicas, el sarampión, la gastroenteritis por Rotavirus y las infecciones por Haemophilus influenzae tipo b, y representa un 11% del total
Por lo tanto, se puede deducir de todo esto que la tosferina continúa siendo un problema de salud pública y es una enfermedad que sigue existiendo en los países desarrollados, con aparición de epidemias cada 2-5 años, aunque su incidencia ha disminuido considerablemente gracias a la vacunación sistemática de los lactantes y preescolares. Ultimamente se han observado epidemias de tosferina en países que han mantenido altas coberturas vacunales, como los Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Bélgica, Holanda, Noruega, el Reino Unido, Alemania y Eslovenia. Un ejemplo reciente es el de California, que en 2010 vivió un brote en el que se comunicaron unos 9.000 casos, una cifra similar a la de 1947, que fue el último observado de la era prevacunal (antes de la existencia de vacunas); en 2014, pasados 4 años, se declararon unos 10.000 casos: esto pone de manifiesto la reemergencia de la tosferina en 2 picos epidémicos con un intervalo de 4 años. La tosferina debe ser considerada en estos momentos, como una enfermedad reemergente. La vacunación es la medida preventiva más eficaz para el control de la enfermedad, pero tanto la inmunidad natural producida por la propia patología como artificial adquirida gracias a la vacuna disminuyen con el tiempo, por lo que la protección que ofrecen no es duradera.
Existen dos tipos de vacunas: acelulares y celulares. Las primeras son más completas porque evitan las dos fases, pero las acelulares, a diferencia de las primeras que se autorizaron, sólo previenen la enfermedad y no  actuan cuando la infección ya está presente, por ello son menos efectivas. Todo lo anterior parece que ha sido una de las causas de la reactivación de la tosferina en algunos paisesPor estos motivos, los calendarios vacunales deben ser mejorados. 

Uno de los casos graves aparecidos recientemente ha ocurrido en nuestro país, concretamente en el Hospital Materno-Infantil de Málaga, donde muere un recién nacido de 15 días por causa de la tosferina. Este caso y otros similares se deben a que la inmunización se retrasa hasta después del período neonatal, lo que deja los lactantes menores de 6 meses con poca o ninguna protección. 
La vacunación materna durante el embarazo aborda este vacío, y se recomienda cuando una madre o un lactante tienen un riesgo significativo de enfermedad para los que una vacuna  sería segura y eficaz. Dicha vacunación tiene una doble finalidad: en primer lugar, evitar que la mujer adquiera la tosferina y contagie al neonato o al lactante (estrategia del nido), y en segundo lugar lograr la transmisión pasiva transplacentaria de anticuerpos al feto, que lo protegerán hasta que inicie la primovacunación a los 2 meses de edad. Se trata de una forma de inmunización que ofrece una doble protección, a la madre y al recién nacido (protección directa e indirecta).
Desde el año 2011 se viene recomendando esta práctica por parte del Centro para el Control y Prevención de enfermedades (CDC) de USA y otros organismos sanitarios.
Se debe realizar a partir de la semana 20 (mejor entre la semana  27 y 36 de gestación).
Es importante destacar que se ha recomendado la vacunación en cada embarazo con independencia del tiempo transcurrido desde el embarazo anterior  ya que los anticuerpos maternos descienden de manera importante al año de la vacunación.
En España se puso en marcha esta estrategia a partir de enero de 2014, primero en Cataluña y a partir  del verano de ese mismo año en Asturias. Posteriormente, ya en 2015, otras comunidades autónomas han empezado a incluirla en su calendario vacunal.
Algunos estudios publicados en los últimos 2 años en Inglaterra han demostrado la alta efectividad del programa de vacunación de la embarazada para evitar la tosferina en el lactante menor de 3 meses, con cifras entre el 90-93%, cuando la vacuna se administra al menos 7 días antes del parto, y también han comprobado la seguridad de la vacunación, demostrando que no existen evidencias de un aumento de riesgo de efectos adversos ni para la madre ni para el feto
El CDC que antes hemos nombrado, además de recomendar la vacunación de la embarazada, insiste en combinarla con la estrategia del nido, vacunando a las personas que vayan a convivir con el lactante, al menos 2 semanas antes de que nazca el futuro bebé.





viernes, 13 de noviembre de 2015

EL SANGRADO GINECOLÓGICO: DIAGNÓSTICO



PARA DIAGNOSTICAR...


Para llegar a un correcto diagnóstico y partiendo de una historia clínica exhaustiva, será necesario someterse a un exámen físico completo, análiticas, pruebas de imágen y por supuesto, tener en consideración todos los factores relacionados con la edad que pueden ayudar a centrar el diagnóstico diferencial entre unas enfermedades y otras. 

La historia clínica debe incluir una descripción de la paciente  y de sus patrones de sangrado, así como de cambios recientes en cantidad, duración, frecuencia, y dolor asociado. 
Debe incluir también preguntas sobre otros problemas de hemorragias (por ejemplo, epistaxis, sangrado de las encías, moratones frecuentes...), particularmente en adolescentes que presenten hemorragia aguda y adultas con sangrado menstrual abundante crónico y anemia. 
Otras enfermedades médicas pertinentes también deben ser analizadas, como por ejemplo, enfermedades tiroideas, hipertensión, enfermedad renal, anorexia/bulimia, trastornos psiquiátricos, y otras, ya que pueden contribuir a la disfunción ovulatoria. Cualquier historia familiar pertinente debe ser tenida en cuenta (es decir, trastornos hemorrágicos/coagulopatías), así como otros antecedentes ginecológicos y obstétricos. 
Debemos saber que algunos medicamentos pueden contribuir a aumentar el sangrado, como por ejemplo: hormonas, anticoagulantes/fibrinolíticos, psicotrópicos...

El examen físico también puede revelar hallazgos relacionados; así pues, enfermedad de la glándula tiroides (nódulo, bocio), hiperprolactinemia (galactorrea), síndrome de ovario poliquístico, acné o hirsutismo, deberán ser tenidas en cuenta. Los signos típicos de un trastorno de la coagulación pueden incluir petequias, epistaxis, y equimosis. Una correcta exploración de la pelvis, con espéculo y examen bimanual, debe evaluar si hay signos de trauma, lesiones cervicales y/o vaginales externas o internas, infección, y aumento de tamaño del útero.

Las pruebas de laboratorio dependerán de la historia de la paciente y del examen físico, como es lógico. La evaluación inicial puede incluir un análisis de sangre completo, niveles de hormona estimulante de la tiroides (TSH), prolactina y prueba de embarazo. Otros estudios se pueden indicar en función de la exploración pélvica, incluyendo una prueba de Papanicolaou y cultivos, así como estudios en fresco si se sospecha de una infección.Las pacientes con historia de sangrados uterinos abundantes o hemorragia postparto... deben someterse a las pruebas para trastornos de la coagulación. Otras indicaciones para realizar dichas pruebas incluyen sangrado frecuente de las encías, epistaxis o la aparición de moratones con facilidad (1 o más veces al mes), o bien, antecedentes familiares de trastornos de la coagulación. La evaluación inicial debe incluir un hemograma completo y plaquetas, tiempo de protrombina, tiempo parcial tromboplastina, fibrinógeno, o tiempo de trombina (opcional). Si estas pruebas son anormales, el paciente debe ser evaluado más a fondo por un trastorno hemorrágico subyacente, como la enfermedad de von Willebrand, que es el más común de los trastornos de la coagulación hereditarios en mujeres.

La valoración del útero debe incluir estudio de imagen y biopsia endometrial cuando esté indicado. El riesgo de cáncer de endometrio es de 6,2% en mujeres de 35 a 44 años, pero aumenta significativamente en las mujeres de 40 a 50 años. La biopsia endometrial se debe realizar como prueba de primera línea en pacientes de más de 45 años de edad; aunque también en menores de 45 con antecedentes de exposición a estrógenos (es decir, síndrome de ovario poliquístico, obesidad), o aquellos casos en los que se observa alguna irregularidad en el aspecto del endometrio en ecografía. En ocasiones, la biopsia no es del todo segura ya que no siempre se acierta en la zona afectada, por lo que las pacientes con una biopsia de endometrio normal (es decir, sin hiperplasia o cáncer) deben tener una evaluación endometrial adicional mediante ecografía si no se ha realizado, y habrá que valorar la posibilidad de realizar una dilatación, curetaje e histeroscopia si los síntomas persisten.
La visualización de la arquitectura uterina, ya sea con ecografía abdominal o vaginal es una herramienta valiosa para evaluar ciertas causas anatómicas de sangrado. 
Las anomalías del miometrio más comunes incluyen leiomiomas uterinos o adenomiosis. Los leiomiomas uterinos son una proliferación de células de músculo liso y son generalmente homogéneas, o bien, lesiones circunscritas.La adenomiosis es el resultado de la invaginación de tejido endometrial en el miometrio y suele ser más difusa en  apariencia que los leiomiomas. Ecográficamente se ve como un área de aspecto heterogéneo con pequeñas zonas quísticas.
La ecografía se debe programar entre los días 4 y 6 del ciclo menstrual, preferentemente, que es cuando el endometrio es más delgado.  La ecografía realizada durante la fase folicular puede detectar mejor anormalidades sutiles en el endometrio, como pequeños pólipos o miomas intracavitarios. El tamaño y la ubicación de todas las anomalías deben ser tenidas en cuenta. La evaluación adicional se justifica por cualquiera de infusión salina sonohyster- grafía o histeroscopia si se sospecha de un endometrio o anormalidad intracavitaria.
La Sonohisterografía de infusión de solución salina puede determinar la presencia o ausencia de lesiones intracavitarias y la profundidad de las lesiones. La solución salina distiende la cavidad uterina para mejorar la visualización de los pólipos y miomas intracavitarios, que de otra manera pueden ser eclipsados por el tejido endometrial adyacente.
La Sonohisterografía de infusión de solución salina tiene, además,  una alta sensibilidad (96% -100%) y un alto valor predictivo negativo (94% -100%). Se debe realizar en la fase folicular del ciclo, después de que la menstruación haya terminado, pero antes de la ovulación, para asegurar que la paciente no está embarazada y para optimizar la calidad de imagen. La Ecografía de infusión salina tiene una precisión diagnóstica similar a la de la histeroscopia, pero es generalmente menos dolorosa.
La histeroscopia es una técnica que permite la visualización directa de la cavidad uterina mediante la colocación de un instrumento telescópico delgado a través del cuello uterino en el útero. Permite la visualización completa de la cavidad endometrial y endocervical y puede llevarse a cabo ya sea en quirófano o en consulta. Es útil en el diagnóstico y tratamiento de las lesiones focales o difusas: atrofia, pólipos endometriales, miomas y otras anomalías endometriales. Las muestras de tejido pueden ser enviadas para su evaluación y análisis anatomo-patológico y de este modo poder confirmar el diagnóstico y descartar hiperplasia endometrial y cáncer. 


lunes, 12 de octubre de 2015

EL SANGRADO GINECOLÓGICO O HEMORRAGIA GENITAL ANORMAL





Se incluyen bajo estos epígrafes aquellos sangrados o hemorragias que  se producen fuera del período de menstruación, pero puede ocurrir que siendo durante el mismo, se alargan en el tiempo (más de 7 días ya se considera anómalo) y del mismo modo cuando la cantidad de pérdida sanguínea es superior a lo considerado "normal"
El sangrado genital es la alteración ginecológica más frecuente en mujeres en edad reproductiva. De hecho, es una de las principales causas de ANEMIA en países occidentales.
Las causas son múltiples y pueden ser de varios tipos.




Sangrado menstrual normal VERSUS sangrado uterino anormal


Pero, ¿como sabemos lo que es normal y lo que no lo es?


La mayoría de los ciclos menstruales ovulatorios duran entre 21 y 35 días. La duración del flujo menstrual normal es generalmente de 5 días, y la mayoría de la pérdida de sangre  ocurre dentro de los primeros 3 días. La cantidad promedio de sangrado durante el ciclo menstrual es de 30 a 40 ml. Sólo el 10% de las mujeres tienen más de 80 ml, y ésta cantidad se considera anormal. Aproximadamente el 65% de las pacientes tienen anemia cuando la pérdida de sangre menstrual es superior a 80 ml al mes. Aproximadamente el 25% de las pacientes con pérdida de sangre inferiores a 60 ml, refiere que sus ciclos menstruales son pesados. Por lo tanto, la investigación demuestra que es difícil para la mayoría de las mujeres estimar con precisión la pérdida de sangre menstrual y solo son capaces de diferenciar entre sangrado menstrual normal y pesado.
Los ciclos menstruales son predecibles en la mayoría de las mujeres, pero la longitud del ciclo puede variar según los meses y es más impredecible durante la pubertad y la perimenopausia. El ciclo menstrual comprende la fase folicular y la fase lútea. Estas fases son controladas a través de interacciones complejas entre el ovario, hipotálamo, glándula pituitaria, y el útero. 
La disfunción a nivel del hipotálamo, pituitaria, o en el ovario puede interferir con la ovulación y evitar el sangrado normal, o bien, pueden producirse hemorragias menstruales pesadas, manchado intermenstrual / sangrado, o ambas cosas.


Sangrado uterino anormal (SUA)



Ha sido definido por la FIGO (Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia) como sangrado del útero, y puede ser anormal en cuanto a la regularidad, el volumen, la frecuencia o la duración; y que se produce siempre en ausencia de embarazo. Las causas se clasifican como "relacionadas con anormalidades estructurales uterinas" y "no relacionadas a anormalidades estructurales uterinas". Se nombran por una o más letras que indican la causa, así pues el acrónimo PALM (anormalidades)-COEIN (no anormalidades) significa: (anormalidades) pólipo, adenomiosis, leiomioma, malignidad; (no anormalidades) coagulopatía, disfunción ovulatoria, disfunción endometrial, disfunción iatrogénica, y No clasificada).

Además, los patrones de SUA se describen como sangrado menstrual abundante (anteriormente denominado menorragia), o sangrado intermenstrual (en lugar de metrorragia). Los leiomiomas a su vez se pueden subclasificar en submucoso o aquellos que no afectan a la cavidad uterina. El sangrado anormal asociado a causa iatrogénica puede ocurrir por  el uso de esteroides exógenos (es decir, tratamientos hormonales), sistemas intrauterinos o dispositivos y otros agentes sistémicos o locales, mientras que el resto de las especies raras o mal definidas causas se clasifican como aún No clasificada.
El SUA puede ser agudo o crónico. Será agudo cuando se refiere a un episodio de sangrado abundante, cuya cantidad es suficiente para requerir una intervención inmediata para evitar una mayor pérdida de sangre. La cantidad de sangrado puede ser subjetivamente excesiva, definida por el propio médico y/o asociada a otros signos de pérdida significativa de sangre, como la inestabilidad hemodinámica o anemia. Las pacientes deben ser evaluadas para determinar el nivel de la agudeza y la causa más probable de la hemorragia para pautar el tratamiento adecuado. La SUA aguda puede ser un hecho aislado o se producirse en un contexto de SUA crónica. 


En próximas entradas hablaremos del correcto Diagnóstico y Tratamiento del SUA...




martes, 22 de septiembre de 2015

RIESGO DE ENDOMETRIOSIS Y FACTORES VITALES TEMPRANOS




Este es el primer estudio que ha investigado la alimentación con fórmula de soja  en humanos y la ha relacionado con un mayor riesgo de endometriosis.
Como habíamos señalado en la entrada anterior, se analizaron ciertos factores vitales tempranos que podrían favorecer el posterior desarrollo de Endometriosis. Para ello, fueron utilizados los datos del estudio WREN (Women´s Risk of Endometriosis) que se traduciría como "el riesgo de endometriosis de las mujeres". Este estudio fue llevado a cabo en mujeres de entre 18 y 49 años que pertenecían a un grupo de salud integrado en el sistema sanitario del oeste del estado norteamericano de Washington. El numero de pacientes analizadas fue de 340, y habían sido diagnosticadas por primera vez de endometriosis entre 1996 y 2001. El diagnóstico había sido llevado a cabo mediante los documentos conservados en la historia clínica sobre la visualización quirúrgica directa de lesiones endometriósicas, con confirmación histológica o de laboratorio. El número de controles fue de 741, en este caso, mujeres sin endometriosis que pertenecían a la población general.
Tanto las pacientes como los controles fueron entrevistados en persona por mujeres entrenadas para ello y la información recogida perteneció al período anterior a la fecha de referencia. Dicha fecha fue para las pacientes, aquellas que acudieron por primera vez con los síntomas que llevaron al diagnóstico de endometriosis. La entrevista abarcó un amplio rango de preguntas variadas que incluían caracteristicas demográficas, comportamientos de estilo de vida, así como factores vitales tempranos.
Los criterios de selección tanto para las pacientes como para los controles fueron: utero intacto y al menos la presencia de un ovario. La definición se centró en endometriosis con evidencia de tejido invadido o que interfería con los procesos fisiológicos normales. 

Los llamados "factores vitales tempranos" de interés en el presente análisis fueron el uso de DES: dietilestilbestrol o el tabaquismo por parte de la madre de la participante durante el embarazo de la misma; edad de la madre en el momento del parto; características perinatales de la participante, incluyendo si era la primogénita o no, número de fetos al nacer (único, múltiple), el peso, la existencia o no de prematuridad (2 o más semanas antes de tiempo), y la alimentación regular a base de fórmulas de soja durante la infancia.

En el presente análisis, el factor de vida temprana asociado con más fuerza a la endometriosis fue la alimentación regular basada en fórmulas de soja durante la infancia. Es biológicamente posible que una exposición hormonal durante la infancia, como puede ocurrir con la fórmula de soja, aumente el riesgo de endometriosis en la edad adulta. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la fórmula infantil de soja contiene fitoestrógenos, (predominantemente isoflavonas) que pueden ser absorbidos y digeridos por los lactantes. Los bebés pueden estar expuestos sustancialmente a estas isoflavonas, sobre todo cuando son alimentados principalmente con fórmula de soja. Estas isoflavonas son estructuralmente similares al E2 (estradiol) y pueden unirse a los receptores estrogénicos. 
Al parecer, no hay estudios en humanos anteriores al presente, que hayan evaluado la asociación entre la alimentación con fórmula infantil de soja y endometriosis. Sin embargo, el riesgo de endometriosis que observaron en relación con esta exposición a dietas ricas en fórmulas de soja está también apoyada por los resultados de otros estudios realizados en humanos que constataron una asociación entre otros factores de riesgo de endometriosis como  la menarquia temprana, menstruación de larga duración y mayor malestar menstrual a esa misma dieta. La alimentación con fórmula de soja además, se ha asociado a otras patologías hormonodependientes como los leiomiomas uterinos.
En los análisis exploratorios de este estudio, se observó que la magnitud de la asociación entre la alimentación con fórmula infantil de soja y el riesgo de endometriosis era más fuerte entre las mujeres nacidas después de mediados de la década de 1960 que en las nacidas en años anteriores. Dicha asociación, puede estar relacionada con el cambio en el componente de soja de las fórmulas disponibles comercialmente; a mediados de la década de 1960 el componente de soja pasó de ser harina de soja a proteína de soja aislada, de alta digestibilidad. 

Este estudio tuvo un pequeño número de casos y controles expuestos al Dietilestilbestrol. A pesar de ello, los datos sugieren un mayor riesgo de endometriosis con el uso del mismo por parte de la madre, durante el embarazo de la participante en el estudio. El Dietilestilbestrol es un estrógeno potente que fue prescrito en las mujeres embarazadas en los Estados Unidos para la prevención de complicaciones en el embarazo, como el aborto espontáneo, hasta 1971, que fue cuando se constató que aumentaba el riesgo de un tipo de cáncer vaginal poco común en hijas expuestas prenatalmente, además de anomalías estructurales del tracto reproductivo, así como un mayor riesgo de disfunción reproductiva, infertilidad y otras complicaciones durante el embarazo. 

Estos datos también sugirieron un mayor riesgo de endometriosis en relación con la existencia de prematuridad de 2 o incluso más semanas. Los bebés que nacen antes de tiempo no están expuestos a la oleada de estrógenos placentarios que se producen hacia el final de la gestación a término (tiempo normal) y que estimula los órganos diana fetales, incluyendo el útero y el cerebro. Este aumento de estrogenos placentarios puede estar implicado en la maduración de los órganos y parecen suprimir la actividad del eje hipotálamo-hipofisario fetal, dando como resultado bajos niveles de gonadotropinas fetales en el nacimiento. En comparación con los bebés nacidos a término, los prematuros muestran los niveles de gonadotropina superiores al nacer y una prolongada actividad del eje hipotálamo-hipofisario después del nacimiento. Por lo tanto, es posible que la falta de estimulación estrogénica fetal hacia el final de la gestación y la prolongada actividad de dicho eje después del nacimiento en bebés prematuros, puedan alterar el desarrollo reproductivo y contribuir a un mayor riesgo endometriosis en la edad adulta.


En conclusión...

Se observó que la exposición exógena, durante el período vital temprano, a través de la alimentación a base de fórmulas infantiles de soja se asoció a un mayor riesgo de endometriosis. También se constató un aumento de riesgo de dicha enfermedad con el uso de Dietilestilbestrol por parte de la madre, así como la condición de prematuridad en la paciente con endometriosis.Todo lo anteriormente descrito apoya la hipótesis de que la interrupción del desarrollo, durante el período infantil crítico y posiblemente también durante el período fetal, puedan aumentar el riesgo de endometriosis en la edad adulta.


martes, 4 de agosto de 2015

"...ME HAN DIAGNOSTICADO ENDOMETRIOSIS..."







... Pero ¿Qué es la endometriosis? ¿En qué consiste esta enfermedad?... 


La Endometriosis es una enfermedad benigna que se produce cuando el tejido endometrial (aquel que normalmente tapiza el útero por dentro y que se elimina con cada menstruación o regla) aparece fuera del útero, usualmente dentro de la cavidad peritoneal. Las mujeres con endometriosis manifiestan con frecuencia dolor pélvico crónico, períodos muy dolorosos y coitalgias, además de esterilidad. Para muchas mujeres con esta enfermedad, esos síntomas crónicos son debilitantes afectan de forma negativa a la calidad de vida, a sus relaciones personales y a la productividad laboral.
El impacto de esta enfermedad es preocupante sobre todo si se tiene en cuenta que la prevalencia general oscila entre el 3% al 10 -11% de mujeres en edad reproductiva; la prevalencia dentro del ámbito de la esterilidad es de entre un 20% a un 40% de mujeres con este problema. 
Con respecto al orígen o causas de esta patología, la teoría más ampliamente aceptada es la que postula el reflujo de este tejido (endometrio) desde la cavidad endometrial durante la menstruación. Sin embargo también se piensa que otros mecanismos de tipo inmunológico, inflamatorio, celular...favorecen la aparición y persistencia de dicho reflujo a lo largo del tiempo. Estos mecanismos parecen estar regulados hasta cierto punto, por los esteroides producidos en los ovarios, de modo que la endometriosis en una condición dependiente de los estrógenos. Si sabemos que la produción ovárica estrogénica depende del eje hipotálamo-hipofisario, podremos imaginar que la influencia  sobre estos órganos podría condicionar la aparición de esta patología.
Pero aún hay más, tanto el útero como el eje hipotálamo-hipofisario se desarrollan durante los períodos fetal y primera infancia, de modo que durante esos momentos del desarrollo podrían existir factores hormonales o no hormonales que influyeran de manera definitiva en la posterior aparición de esta patología. Estos factores tales como el Dietilestilbestrol, el hábito tabáquico así como otras alteraciones hormonales, han sido investigados como factores de riesgo para la posterior aparición de Endometriosis en algunos estudios epidemiológicos. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora no han sido consistentes por el reducido tamaño muestral (pocas pacientes).
Recientemente se ha llevado a cabo un nuevo estudio (todavía en vías de publicación) a este respecto, realizado sobre un tamaño muestral significativo y que arroja datos interesantes con respecto a los factores de riesgo de esta enfermedad...Os lo presentaremos en nuestra próxima entrada...

























lunes, 15 de junio de 2015

RESULTADOS DEL PROGRAMA "THE WOMEN´S WELLNESS PROGRAM"





PARTICIPANTES Y PROCEDIMIENTO

Las participantes fueron mujeres australianas de entre 40 a 65 años que procedían, tanto de áreas metropolitanas como rurales y que fueron reclutadas tras realizar una campaña de publicidad a través de los medios. Para poder enrolarlas en el estudio de 12 semanas era necesario que hablaran, comprendieran y leyeran en inglés, tuvieran conocimientos básicos  sobre manejo de computación y acceso fácil a ordenador personal o tableta.
Comenzaron 250 participantes aunque completaron el programa 157, lo que supuso un 30% de desgaste. Antes de comenzar el programa y tras completar un cuestionario por correo electrónico, fueron asignadas a uno de los tres grupos de intervención que fueron establecidos:
1º Grupo A: "online" independiente
2º Grupo B: Cara a cara o presencial y con apoyo de un profesional de la salud
3º Grupo C: "online" con apoyo de un profesional de la salud
En este estudio se muestran los síntomas de la Menopausia antes y después de la intervención de 12 semanas. Dichos síntomas fueron medidos por la Greene Climaterio Scale (GCS) que se utiliza de forma generalizada para evaluar la transición a la menopausia. Esta escala de medición de 21 items se resume en 4 subescalas: síntomas vasomotores, somáticos, psicológicos (ansiedad-depresión) y función sexual; y una escala global. Las puntuaciones más altas se corresponden con mayor sintomatología.

PROGRAMA

El programa duró 12 semanas e incorpora estrategias de la teoría cognitiva social, proporcionando a las participantes una guía paso a paso para promover hábitos de vida saludables, con especial énfasis en el ejercicio regular y en una alimentación saludable. Todos los días durante las 3 primeras semanas, se entregaba nueva información y actividades para proporcionar la estructura inicial e información detallada en que se basaba el resto del programa. En las siguientes 9 semanas, se entregó información semanal sobre una variedad de temas de salud que pueden repercutir en la menopausia; ejercicios del suelo pélvico, manejo del estrés, habitos de sueño, peso saludable, prevención de enfermedades crónicas y comportamientos de detección de salud. El Programa incluye un libro, una página web y las consultas de salud tutorizadas por enfermeras entrenadas para ello. Están diseñados para complementarse entre sí, y están disponibles en una variedad de formatos tanto en la web como presenciales.
Este estudio tuvo como objetivo investigar la eficacia de los tres grupos de intervención que suponía tres tipos de oferta de información diferentes. Se animaba a todas las participantes a que establecieran metas realistas y a que planificaran su ejercicio semanal. 

Las consultas, a las que tuvieron acceso los grupos B y C incluyeron refuerzo de la educación sanitaria e información sobre diversos temas de las diferentes etapas del programa. Además proporcionaron el apoyo necesario para que las participantes se marcaran metas realistas y alcanzables para el cambio de comportamiento o tendencia.

RESULTADOS

En cuanto a las características de salud, la mayoría de las participantes tenían sobrepeso (35,5%) u obesidad (32,9%) y sólo alrededor de un tercio manifestaron realizar ejercicio regular moderado o vigoroso en el último mes (32,3% y 1,8% respectivamente). Las participantes del estudio informaron de una serie de síntomas menopáusicos en consonancia con los relatados por las mujeres que asisten a clínicas ginecológicas especializadas en Menopausia; comparativamente la muestra del estudio presentó un número significativamente elevado de síntomas somáticos  y altos niveles de ansiedad.
Al comparar los grupos entre sí al inicio del estudio no se detectaron diferencias entre sujetos o entre grupos que fueran estadísticamente significativas. Es importante destacar sin embargo, que las tasas de deserción fueron diferentes entre los grupos; el 36% de las mujeres del grupo A (línea independiente), el 10% de las mujeres del grupo B (presencial), y el 33% de las mujeres del grupo C ("online" con apoyo)
En general, no se observaron diferencias significativas entre los grupos en ninguno de los 21 items de cuestionario al inicio del estudio. Al final de la prueba, sin embargo, el grupo presencial (Grupo B) informó de una reducción significativa de los síntomas específicos de la menopausia. Las mujeres de este grupo al parecer, mostraron significativamente menos mareos y también una reducción clínicamente significativa de los sofocos, sudores nocturnos y un aumento de la libido.  Al final del estudio, se detectaron efectos moderados en muchas de las medidas de los resultados, lo que sugiere una probabilidad por encima de 66% de que el tratamiento es eficaz en el alivio de los síntomas menopáusicos.
Las mujeres del grupo presencial informaron una mayor reducción de los síntomas vasomotores en comparación con las mujeres de otros grupos, aunque los índices de ajuste sugirieron el modelo de interacción no fue el mejor ajuste para los datos. Por el contrario, todas las mujeres acusaron reducciones en los síntomas somáticos en el tiempo, aunque las mujeres del grupo presencial (Grupo B) informaron de una reducción mayor que las mujeres de los otros grupos, lo que sugirió que este modelo fue el mejor para la consecución de objetivos. Esta tendencia también se observó en las puntuaciones globales con la escala GCS.

COMENTARIO


Este estudio muestra como la reducción de síntomas de la menopausia en las mujeres de mediana edad pueden ser atribuibles a los cambios asociados a la modificación de conductas planteadas en dicho estudio (es decir: el aumento de la actividad física, los cambios en los patrones del sueño y la mejora de la dieta). Otras investigaciones realizadas con anterioridad ya habían mostrado de manera consistente, una relación inversa entre hábitos de vida que cuanto menos saludables son, mayor será el riesgo de enfermedad crónica y mortalidad por cualquier causa durante la mediana edad. Por tanto es más que probable que promover el envejecimiento saludable entre las mujeres supondrá vivir más y mejor.
Nuestro estudio encontró que, en muchos casos, las mujeres que recibieron el apoyo profesional de la salud (ya sea presencial o virtual) se beneficiaron más de los cambios  que las mujeres que participaron en el estudio independiente (Grupo A). 
En un trabajo similar, en donde se comparan dos intervenciones breves reveló que el suministro de información, cuando se combina con estrategias cognitivo-conductuales, supone un mayor efecto sobre la actividad física que cuando solo se proporciona información sin más. Además, el apoyo médico también puede haber ayudado a las mujeres a desarrollar metas específicas y alcanzables que  resultaron ser estadísticamente significativas. 
Una de las posibles razones para explicar los excelentes resultados de esta intervención fue que se produjo en un momento en que las mujeres estaban realmente motivadas para cambiar su comportamiento. De hecho, la popularidad de dicha intervención entre las mujeres de mediana edad sugiere que, para las mujeres de este estudio, hubo una fuerte intención de modificar los hábitos de vida para mejorarlos. Por supuesto, pueden existir también discrepancias entre la intención y el comportamiento, incluso con las intervenciones más eficaces.
Aunque el estudio no es perfecto y tiene ciertas limitaciones, parece claro que educar a las mujeres menopáusicas en habitos de vida saludables, ya sea desde las clínicas ginecológicas, "online"... supone un claro beneficio en mejorar la salud y el bienestar a medida que se produce el envejecimiento.



martes, 26 de mayo de 2015

THE WOMEN´S WELLNESS PROGRAM (PROGRAMA DE BIENESTAR DE LAS MUJERES)




   La Menopausia es todo un reto para muchas mujeres. Supone el final de la vida reproductiva y está asociada a una serie de síntomas psicológicos, sociales y físicos. Pero además suele ser el momento en el que se ponen de manifiesto los efectos acumulados de un estilo de vida o comportamientos insanos que se unen a los propios de la edad, de  modo que los problemas de salud comienzan a hacerse presentes.
Entre las mujeres perimenopáusicas que tienen obesidad o sobrepeso, que fuman, que beben grandes cantidades de alcohol o que tienen estilos de vida sedentarios, se ha observado un riesgo incrementado de síntomas típicos de la menopausia tales como sudoración nocturna, sofocos, transtornos del sueño y cambios en la líbido. Puede ocurrir además que determinadas mujeres tengan que enfrentarse a situaciones estresantes tanto en el entorno laboral como familiar. 
   Desde esta perspectiva, se podría intentar adoptar y mantener hábitos de vida saludables, aunque esto será especialmente difícil en mujeres con ingresos escasos y en aquellas que pretenden conseguir objetivos a corto plazo.
   Las investigaciones realizadas al respecto sugieren que después de la menopausia, las mujeres que llevan una dieta acorde a los índices de "dieta de calidad", que mantienen un peso saludable y que realizan una mayor actividad física, también tienen menos riesgo de muerte por enfermedad crónica y son más sanas en general. Una de las estrategias que se proponen para conseguir estas mejoras es promover un estilo de vida específico dentro de un marco de bienestar estructurado. De hecho, algunos investigadores revelaron que las mujeres que se adaptaron a las modificaciones del estilo de vida desde una percepción de bienestar y de reducción de estrés, mostraron un mayor compromiso a la hora de intentar conseguir los objetivos de actividad física propuestos.


THE WOMEN´S WELLNESS PROGRAM (WWP)

El Programa de Bienestar de la Mujer es una página web desarrollada en Australia, que presenta un programa estructurado de promoción de la salud basado en la evidencia, de 12 semanas de duración y diseñado para que pueda ser fácilmente integrado en la vida de las mujeres de mediana edad y mayores. El objetivo principal del programa es la creación y promoción de hábitos de salud positivos de manera permanente; entre ellos el aumento de ejercicio y actividad física, una alimentación saludable, dormir mejor y un manejo del estrés adecuado.
   Este programa también ofrece a las mujeres la evidencia más reciente sobre temas de salud, tutorías personalizadas, entrenamiento y consultas de los profesionales de salud y el contacto con otras mujeres a través de las redes sociales. Aporta además la última información sobre las investigaciones relacionadas más recientes... en fin, es un programa que paso a paso, está destinado a ayudar a mujeres maduras para que consigan extraer lo mejor de ellas mismas y lo que es más importante: mantenerlo en el tiempo.
   
   En nuestra próxima entrada, mostraremos los resultados publicados en Mayo de este año en la revista Maturitas, obtenidos tras la aplicación de este programa a 225 mujeres australianas de entre 40 a 65 años.


















martes, 12 de mayo de 2015

VACUNAS FRENTE AL HPV: RESULTADOS DESPUÉS DE 7 AÑOS


A primeros de este mes, la revista The Lancet Infectious Diseases ha publicado los resultados de una revisión sistemática y meta-análisis, evaluando los efectos sobre la población de los programas de vacunación frente al HPV hasta el momento actual.
Estos programas de vacunación frente al HPV se pusieron en marcha en algunos países durante el año 2007, una vez se obtuvieron las licencias. Los ensayos clínicos habían ya demostrado que estas vacunas tienen más del 90% de eficacia, en la prevención de lesiones cervicales de alto grado causadas por los serotipos 16 y 18 del virus del papiloma humano, que son responsables del 70-80% de los cánceres cervicales y de una gran cantidad de cánceres anogenitales y orofaríngeos. Es más, mostraron también una eficacia sustancial, aunque menor, frente a otros serotipos que también son oncogénicos, es decir, responsables de cáncer.
Los hallazgos más importantes de este estudio fueron la disminución de las infecciones por los serotipos 16 y 18 del HPV y verrugas anogenitales en más del 60% en chicas (menores de 20 años) cuando la vacunación femenina fue elevada (por encima del 50% de la población). Pero no solo eso, los autores también publicaron reducciones significativas en infecciones por los serotipos 31, 33 y 45 en el mismo grupo de chicas, así como en verrugas anogenitales en chicos menores de 20 años y en mujeres de 20 a 39 años de edad. Ello quiere decir que existe una evidencia clara de protección cruzada e influencia medioambiental. En aquellos países donde la tasa de vacunación fue inferior al 50% también ocurrió lo mismo, tanto en mujeres como en chicas jóvenes, aunque no se observaron ni la protección cruzada frente a otros serotipos ni la influencia medioambiental.
Sin embargo, hay que tener en cuenta, que algunos estudios incluidos en este meta-análisis eran clínicos y no estaban basados en la población (otros si lo estaban), por ello pueden carecer de representatividad. Por otro lado, estos programas de vacunación fueron desarrollados en países ricos como Australia, Nueva Zelanda o el Reino Unido, en muchos casos, programas de vacunación escolares, donde se vacunó masivamente a una gran parte de jóvenes. Esto significa que no se sabe nada al respecto en países pobres, en los que además, la carga de morbilidad asociada al HPV es la más alta.
En cualquier caso, estos resultados son muy esperanzadores, pero habrá que adjudicar una atención especial a vigilar de forma continua los programas de vacunación, para observar la tendencia y efectos sobre las enfermedades asociadas al HPV, especialmente la incidencia de cáncer a largo plazo y por supuesto, mejorar dichos programas si fuera necesario.









jueves, 16 de abril de 2015

TRANSPLANTE DE ÚTERO: PRIMEROS RESULTADOS DESPUÉS DE UN AÑO

El transplante de útero es ya una realidad. Un año después de la realización de los nueve primeros, que han sido llevados a cabo en el marco del "Uterus transplantation trial",  en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), se presentan los resultados tras 12 meses de seguimiento.
La principal causa de esterilidad femenina que no tiene tratamiento es denominada Infertilidad Absoluta por Factor Uterino. En estos casos, o bien existe falta de útero, como ocurre en algunos síndromes como la Agenesia Mülleriana, o bien el útero no es funcional.
Recientemente se realizaron los primeros transplantes de útero de donantes vivas (la mayoría de los casos fueron las madres de las receptoras), justo después de una década de investigaciones y ensayos en animales.
De los nueve casos llevados a cabo, dos fracasaron en los 6 primeros meses: uno por infección uterina grave y otro por trombosis en los vasos uterinos; motivos por los cuales, tuvieron que ser extirpados.
Las receptoras de los transplantes, cuya media de edad fue de 28 años (27-35), habían sido cuidadosamente elegidas por un equipo multidisciplinar. La mayoría respondían al diagnóstico de Agenesia uterina congénita; solamente una había sido previamente histerectomizada debido a un cáncer de cervix.
El hallazgo principal de estos resultados después de un año de seguimiento, ha sido la ausencia de incidentes durante la recuperación postquirúrgica (incluso dentro del primer año) en todos los casos excepto en los dos anteriormente comentados. Cabe destacar que los patrones de menstruación y el flujo sanguíneo uterinos fueron normales. Además, los episodios de rechazo pudieron ser detectados mediante la ayuda de biopsias de cervix y eficazmente revertidos mediante el aumento del tratamiento inmunosupresor (glucocorticoides), durante cortos períodos de tiempo. Habrá que tener en cuenta, que un feto gestado en un útero transplantado será invariablemente expuesto al tratamiento inmunosupresor que toma la madre para evitar el temido rechazo. Sin embargo, no se han observado malformaciones congénitas en niños nacidos de madres transplantadas de otros órganos con tratamiento inmunosupresor, según estudios publicados con anterioridad.
Para concluir, los resultados del presente estudio demuestran la viabilidad y función del transplante de útero a largo plazo.





jueves, 12 de marzo de 2015

Glaucoma y Embarazo






El día 12 de Marzo está dedicado a todas aquellas personas que padecen Glaucoma. Desde este blog queremos contribuir a mejorar el manejo de esta enfermedad desde nuestra especialidad. Creemos que es realmente útil transmitir las últimas consideraciones con respecto al tratamiento del glaucoma en mujeres embarazadas publicadas en la revista norteamericana Current Opinion of Ophtalmology en el 2014. 
El glaucoma es una importante causa de ceguera irreversible en todo el mundo y aunque es más frecuente a partir de la cuarta década de la vida, es una patología que se puede presentar, y de hecho lo hace, mucho antes. De este modo, nos vamos a encontrar con no pocos casos de mujeres gestantes, en tratamiento para el glaucoma, y debemos conocer el manejo y las pautas más adecuadas en cada caso.
Cuando hablamos de glaucoma, no nos ceñimos a una sola enfermedad, pues son, en realidad, un grupo de enfermedades y no un proceso patológico único que tienen como denominador común, el daño en la cabeza del nervio óptico. Dicho daño estructural se asocia con la pérdida progresiva del campo visual que acabará en muchas ocasiones, en última instancia, si se deja evolucionar sin tratamiento, en ceguera irreversible. Uno de los factores de riesgo más importantes del glaucoma (aunque no es el único) es la elevada presión intraocular y practicamente el único que podemos modificar mediante los tratamientos hipotensores tópicos (colirios). La retirada del tratamiento en mujeres durante el embarazo y la lactancia es un reto por muchas razones. Dadas las restricciones éticas y legales relacionadas con los ensayos clínicos en este grupo de pacientes, los datos científicos son escasos, y proceden mayoritariamente de la publicación de casos clínicos aislados o de estudios en animales de experimentación.
El tratamiento del glaucoma durante el embarazo ha sido uno de los "trending topic" de congresos y reuniones de oftalmólogos que se dedican al glaucoma en los últimos años.
Según este artículo, las cuatro claves a tener en cuenta en mujeres en edad de gestar y con glaucoma son:
1.- La presión intraocular suele disminuir durante el embarazo en mujeres sanas debido al influjo hormonal, sin embargo se han publicado casos de incremento de presión intraocular en mujeres con glaucoma previo.
2.- El asesoramiento preconcepcional en mujeres en edad de gestar es fundamental para partir de una situación basal óptima.
3.- El mayor riesgo del tratamiento del glaucoma tendrá lugar durante el primer trimestre de embarazo que es cuando tiene lugar la organogénesis del embrión.
4.- La terapia médica para el glaucoma debe ser seleccionada en función de las directrices de la FDA (agencia norteamericana de alimentación y medicamentos).

Antes de nada, cabe destacar que en presencia de una presión intraocular incontrolada y sobre todo, en el contexto de una enfermedad avanzada, el tratamiento con láser, o incluso la cirugía deberían ser realizados antes del posible embarazo; de este modo evitaremos los riesgos derivados de la medicación o la toxicidad de la anestesia, en caso de tener que operar durante la gestación.

La FDA ha clasificado la medicación para el glaucoma en términos de seguridad durante el embarazo, en varias categorías:
La categoría A no existe, de momento, para la medicación antiglaucomatosa, ya que se requieren estudios en humanos en los que se demuestre seguridad.
La categoría B significa presumiblemente seguridad, basandose en estudios con animales. Dentro de esta se encuentran la brimonidina y la dipivefrina.
La categoría C se aplica para medicaciones que han mostrado efectos adversos en estudios con animales pero no ha datos disponibles en estudios humanos. Dentro de esta se encuentran los betabloqueantes, los análogos de las prostaglandinas, los inhibidores tópicos y orales de la anhidrasa carbónica y los parasimpáticomiméticos.
La categoría D incluye aquellas medicaciones que se consideran inseguras y han demostrado riesgo para el feto en estudios con humanos.
La categoría X incluye medicación altamente insegura, con evidencias demostradas de malformaciones de nacimento en humanos.
Ningún fármaco destinado al tratamiento del glaucoma se considera dentro de estas dos últimas categorías.

Betabloqueantes
Atraviesan la placenta y pueden ocasionar bradicardia y arritmia fetales. Se ha publicado un caso de apnea en un recién nacido. Sin embargo, muchos especialistas se decantan por estos fármacos, pues llevan mucho tiempo usándose y por ello la experiencia es amplia. Tampoco se han descrito efectos secundarios importantes derivados de su uso. Se pueden utilizar a dosis bajas y con menor frecuencia: timolol 0,1% gel una vez al día. La concentración de estos fármacos en leche materna es controvertida; pues hay estudios que dicen que es alta y otros que no... Habrá que poner especial atención en aquellos casos de niños con algún tipo de enfermedad cardiovascular.

Alfa 2 agonistas
Es de primera línea durante el embarazo porque es bien tolerado, sin embargo habrá de ser suspendido en el período cercano al parto; pues es bien conocido que causa depresión en el sistema nervioso central del recién nacido y apnea, ya que atraviesa la barrera hematoencefálica. Se secreta también por la leche materna, por lo tanto debe ser evitado durante ese tiempo.

Inhibidores de la Anhidrasa Carbónica
Se han publicado casos de Teratoma sacrocoxígeo y Acidosis tubular renal transitoria en neonatos cuyas madres habían sido tratadas con acetazolamida oral durante el embarazo. Sin embargo, se han publicado otros estudios en los que no se observaron efectos adversos. Los niveles en plasma de neonatos expuestos a través de la leche materna parecen ser bajos. Por ello, la Academia Americana de Pediatría ha aprovado su uso durante la lactancia, aunque con control riguroso.

Agentes colinérgicos
Este tipo de medicación no suele ser usada de forma generalizada hoy en día, y menos por pacientes jóvenes. No se ha observado efectos secundarios, tras el uso de los mismos durante los cuatro primeros meses de gestación, pero han de ser evitados durante la lactancia, ya que se han publicado casos de hipertermia, nerviosismo y convulsiones en neonatos.

Los análogos de las prostaglandinas
Atraviesan la barrera placentaria y es sabido que pueden producir contracciones uterinas, pudiendo provocar el parto o producir abortos. Aunque se han publicado casos de malformaciones tras el uso de prostaglandinas vaginales y orales, no se han observado alteraciones con el latanoprost (análogo de las prostaglandinas en colirio). en cualquier caso, deben ser evitados durante todas las fases del embarazo y pueden ser una alternativa razonable durante la lactancia.

Formas de administración de la medicación
Para minimizar los efectos secundarios de estos medicamentos en colirios tenemos alguns "trucos" muy eficaces:
- Muchos fármacos están disponibles en concentraciones más bajas, sin que haya diferencias en la eficacia.
- Cambio en la frecuencia de administración (una vez al día)
- La absorción sistémica puede ser minimizada mediante técnicas de oclusión de del conducto naso-lagrimal con la simple presión en esa zona de un dedo o bien, cerrando los párpados.
- El uso de tapones temporales para los puntos lagrimales puede ser otra opción.

Tratamientos con láser
La trabeculoplastia láser es una alternativa muy razonable a las medicaciones previamente mencionadas, ya sea antes o durante la gestación. Tiene como inconvenientes que no es una solución potente para reducir la presión intraocular de forma drástica y rápida; es además poco eficaz en algunos tipos de glaucoma juvenil y formas refractarias.

Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico es la mejor alternativa cuando la enfermedad progresa, la presión intraocular no está adecuadamente controlada con fármacos y/o láser.
Sin embargo, una intervención quirúrgica de glaucoma durante el embarazo supone un reto por sus implicaciones anestésicas, posturales (decúbito supino/ boca arriba), uso de antimetabolitos y tratamiento tras la cirugía.
La anestesia general conlleva riesgo tanto para la madre como para el feto: hipoxemia y asfixia causadas por disminución en el flujo intrauterino, hipotensión materna, depresión cardiovascular o del sistema nervioso central del feto por el paso placentario de los fármacos anestésicos, exposición a potenciales teratógenos, riesgo de parto prematuro...
La mayoría de las intervenciones de glaucoma se realizan con anestesia local, y la droga de elección es la lidocaina ya que con otras como la bupivacaina se ha observado bradicardia fetal.
En general, lo mejor es realizarla después del primer trimestre, aunque durante el segundo o tercer trimestre será más comprometido para la madre, ya que al estar en decúbito supino, se puede inducir una hipotension profunda por compresión de la aorta y/o cava por un útero grávido de gran tamaño.
El tratamiento postquirúrgico podrá ser eritromicina (categoría B) y corticoides en colirio.

En conclusión, el tratamiento del glaucoma durante el embarazo requiere un cuidadoso seguimiento, una valoración de la severidad del glaucoma y un adecuado conocimiento del perfil de seguridad de las distintas posibilidades de tratamiento. Lo ideal sería realizar una planificación preconcepcional. En algunos casos no será necesario tratamiento dada la bajada de presión típica del embarazo, y en otros será al contrario, teniendo que valorar exhaustivamente las pautas indicadas por los protocolos aprobados en los distintos países.
En cualquier caso requiere de un enfoque multidisciplinar: oftalmólogos, obstetras y perinatólogos.













miércoles, 4 de marzo de 2015

La Ecografía Obstétrica: guía de ayuda para comprender mejor (PARTE 2)

ECOGRAFIA DOPPLER

Todos hemos oido hablar del efecto Doppler en alguna ocasión. Dicho efecto fue descrito por vez primera en 1842 por el físico y matemático austriaco Christian Doppler y se refiere al describirlo, a la variación aparente de la frecuencia de una onda luminosa o sonora a medida que el orígen de esta onda se acerca o aleja del observador. El ejemplo típico que se utiliza para explicarlo es el cambio "aparente" del sonido de un tren o una sirena cuando se acerca o se aleja del observador que está estacionario. 
Las aplicaciones clínicas del efecto Doppler son enormes y nos permiten obtener una amplia información para el diagnóstico de enfermedades en el área cardiovascular. 
El papel de la Ecografía Doppler en Obstetricia es, hoy en día, fundamental en un estudio ecográfico fetal completo y correcto. Porque el desarrollo que se ha producido en la tecnología del ultrasonido Doppler en los últimos años, ha permitido una gran expansión en su aplicación en Obstetricia, sobre todo en el área de evaluación y seguimiento del bienestar fetal, el retraso del crecimiento intrauterino y en el diagnóstico de enfermedades cardíacas.
Lo que vamos a estudiar son las características del flujo sanguíneo en los vasos (arteriales y venosos) y corazón fetales aunque también se valoran algunos de los vasos maternos como la arteria uterina. Observaremos la velocidad de flujo y si éste está disminuido, particularmente en la fase diastólica de un ciclo cardíaco, se asocia a compromiso fetal en la arteria umbilical. Para medir la magnitud de dicho compromiso se utilizan una serie de índices que se basan en la relación entre las velocidades del flujo sanguíneo durante las ditintas fase del ciclo cardíaco.
Los vasos comunmente estudiados son la arteria umbilical, la aorta, las cerebrales medias, la uterina y el ductus venoso.
Se utilizan mapas de color para representar la columna de sangre en tiempo real y será azul o rojo en función de la dirección del flujo. A esta aplicación se le llama Doppler color, y es particularmente indispensable en el diagnóstico de defectos cardíacos fetales y en la evaluación de las respuestas hemodinámicas a la hipoxia o falta de oxígeno fetal y anemia.
La aplicación llamada Power Doppler es todavía más reciente. En este caso, se utiliza la información obtenida de la amplitud de la señal Doppler en vez de la velocidad de flujo, para poder visualizar el flujo lento en los vasos sanguíneos más pequeños.
La exploración Ecografía Doppler puede realizarse tanto con la sonda abdominal como con la vaginal o endocavitaria, pero se realiza a partir del segundo trimestre de embarazo porque la potencia de ultrasonidos emitida es mayor y no se aconseja su uso durante el primer trimestre.
Por último, no es necesario tener un aparato de Doppler, ya que estos sistemas están integrados en los ecógrafos modernos.


ECOGRAFIA 3D/4D

La ecografía 3D no es más que una imagen en tres dimensiones de la parte que se está escaneando en ese momento. Es en realidad, una recomposición a partir de una serie de imagenes capturadas por el tranductor que son procesadas y se presentan como una imagen en tres dimensiones. Para poder conseguirlas, es necesario disponer de unas sondas o transductores y un software especiales cada vez más optimizados. 
Desde el punto de vista comercial se ha convertido en un reclamo publicitario importante para algunas empresas que se dedican a la realización de las mismas. Son las denominadas "Ecografías emocionales". Porque una buena imagen en tres dimensiones es impresionante para los padres, además, desde el punto de vista clínico, puede ayudar a apreciar mejor ciertas anormalidades, o bien, la ausencia de las mismas. Ya se están publicando desde hace algún tiempo, muchos estudios que aportan evidencia de su utilidad en el diagnóstico de malformaciones congénitas, incluso de pequeño tamaño como espina bífida, labio leporino/paladar hendido o polidactilia. Otras características más sutiles, como implantación baja de las orejas, dismorfia facial, malformaciones en los pies o cardíacas pueden ser mejor estudiados, lo que nos permite realizar un diagnóstico más eficaz de anomalías cromosómicas. Sin embargo, depende en gran medida de la habilidad del ecografista y también de otros factores como la cantidad de líquido amniótico, la posición del feto o del grado de obesidad materna.
La ecografía 4D no es más que una 3D en movimiento. Es realmente tentador para los padres poder ver las caras y los movimientos de sus hijos antes de nacer, y es por ello por lo que se han hecho tan populares.
En cualquier caso, todavía hoy, la mayor parte del diagnóstico se realiza con el modo 2D aunque las exploraciones 3D/4D son, como el Doppler, una herramienta adicional y ya se está demostrando su gran potencial en la investigación y en el estudio de la embriología fetal.


Número de exploraciones recomendadas

No existe ninguna regla a seguir en cuanto al número de exploraciones que una mujer debe tener durante su embarazo.
De forma habitual, la primera ecografía se realizará en torno a la semana 7 para confirmar el embarazo, descartar embarazo ectópico o molar, confirmar la pulsación cardíaca y medir la longitud craneo-caudal para establecer la data.
La segunda exploración ecográfica se suele realizar en la semana 18 a 20, sobre todo descartando malformaciones congénitas, presencia de embarazos múltiples, evaluación del crecimiento fetal, posición de la placenta etc.
Algunos ginecólogos-ecografistas realizan, antes de ésta, una exploración de cribado en la semana 11 a 14 para medir la translucencia nucal y valorar el hueso nasal, incluso detectar insuficiencia de la válvula trcúspide del corazón que ayudan en la sospecha de un posible Síndrome de Down. Es entonces cuando se indican los análisis de sangre pertinentes para el diagnóstico de dicha anomalía.
Una nueva ecografía se realizará en torno a la semana 32 o incluso después para valorar el tamaño y estimar el peso del feto y así observar el ritmo de crecimiento, para seguimiento de anomalías ya detectadas, posición placentaria. En las fases tardías del embarazo se requerirán más exploraciones si se evidencia retraso en el crecimiento intrauterino y en estos casos, el estudio Doppler es realmente fundamental. 
En cualquier caso, el número de exploraciones dependerá de si en un análisis anterior se han observado ciertas anomalías y es lo que se conoce como exploración de NIVEL II. Los exámenes más exhaustivos se deben realizar en clínicas con mayor experiencia y con equipos mejores y más modernos.
No obstante, lo que parece tener un mayor consenso entre profesionales es la ecografía de la semana 18 a 20.


¿ Qué pasa con la seguridad?

La primera vez que fueron utilizados los ultrasonidos en una mujer embarazada fue hace más de 40 años. A diferencia de los rayos X, no existe en este caso radiación ionizante y por tanto no hay toxicidad para el embrión y/o feto. El uso de ultrasonidos de alta intensidad se asocia a efectos de "cavitación" y "calentamiento" y ésto se se ha observado en situaciones de laboratorio pero nunca se ha documentado hasta el momento en situaciones reales ni en humanos ni en animales. Lo único que se recomienda es tener precauciones en el uso del Doppler pulsado durante el primer trimestre de embarazo. En cualquier caso, el mayor riesgo derivado de la ecografía está en la falta de realización por personal suficientemente preparado y cualificado para ello y con equipos muy básicos que no permiten diagnósticos certeros en algunas ocasiones.
Ha de ser tenido en cuenta que la ecografía prenatal NO puede diagnosticar todas las malformaciones y problemas del feto, de hecho, las estadísticas vislumbran unas cifras que oscilan del 40 al 98% según las series, por lo que nunca se debe interpretar un informe ecográfico normal como una garantía de que el futuro recién nacido va a ser completamente normal. Hay anomalías muy difíciles de diagnosticar y por ello es también difícil estar completamente seguro de ello. Algunas situaciones como la hidrocefalia pueden no haber sido evidentes en la exploración anterior. En otros casos depende de la posición del feto en el útero materno ya que según esté situado se observará mejor o peor la cara, la columna vertebral o  ciertos órganos como el corazón y en ocasiones habrá que repetir la prueba con la esperanza de que el feto se haya movido. Como antes hemos señalado, es fácil obtener imagenes muy buenas en pacientes delgadas y con mucho líquido amniótico y muy borrosas en pacientes obesas o con poco líquido. Y para finalizar y como en casi todo, es fundamental la habilidad, la formación, el talento y el interés del ecografista, un buen equipo de ecografía y tiempo suficiente para llevar a cabo la prueba con tranquilidad.